jueves, 28 de enero de 2010

Mis primeros cuentos

Hace unos años, decidí dedicarme a escribir e ilustrar cuentos para niños. A primera vista parece algo sencillo, pero en realidad es muy difícil. Hay un gran trabajo detrás, que muchas veces los compradores de a pie, ni intuimos.
Al ir a una tienda de libros, la sección infantil puede ser algo chillona, las portadas de los cuentos con letras grandes y coloristas, purpurinas diseminadas por los libros... el echo de coger uno y darle un rápido vistazo, sin apenas prestar atención al texto; es algo que hacen muchas personas cuando han de regalar un cuento a un niño. No se dan tiempo de valorar objetivamente el libro, si ese cuento es adecuado para el niño o si le gustará. Tampoco se valora lo suficiente el trabajo que hace el escritor, o los que corrigen el texto o lo traducen de otros idiomas... toda la responsabilidad cae en las espaldas del ilustrador (o en sus manos, mejor dicho)
Un ilustrador a de saber en todo momento que se publica, los estilos que más venden... así que es normal pasarse las tardes de fin de semana (o entre semana) mirando tiendas de libros. Incluso algunos (como es mi caso) llegan a comprar algunos cuentos que le han llamado la atención por algo especial: un simpático personaje, una historia que parece interesante, la forma de maquetar el cuento, los dibujos... hay miles de cosas por las cuales se pueden comprar uno.
Así que basándome en la experiencia de comprar libros, he pensado como hacer algunos de mis cuentos. Incluso he sido de las que han vuelto a dibujarlo todo de nuevo, por que no me sentía satisfecha con el resultado.
A base de práctica y error, he aprendido (y seguiré aprendiendo) el arte de maquetar un cuento. Poner el texto es algo bastante difícil, por que has de haber dejado previamente un espacio idóneo en el dibujo. A veces pasa que el texto no casa bien con el dibujo, o el dibujo no se "deja" rotular... así que no queda otra que volver a dibujar esa "complicada" ilustración o intentas hacer que el texto entre con calzador. En esta fotografía muestro uno de los cuentos que más veces he retocado, he añadido imagenes y el texto lo he retocado múltiples veces. Primero empezó siendo un cuento con las ilustraciones hechas con lápiz y luego las empezé a retocar con ordenador.

Lo más importante y que da motivos al ilustrador de dibujar, es el texto. Tener una idea puede ser algo "sencillo" podemos pensar en cosas que gusten a los crios: animalitos, historias que hablen de amistad, cosas relacionadas con su mundo cotidiano y lo más importante, añadirle ese toque fantástico que tanto les gusta. Luego está llevarlo al papel, encontrar las palabras adecuadas no es sencillo. Has de tener presente para que edades va dirigido, si es un niño de diez años no puedes hablarle como si tuviera dos como tampoco, puedes hablarle a un niño como si fuera un erudito en literatura. Cada edad tiene su lenguaje.

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